La toxina botulínica, mejor conocida como Bótox, es una nueva vanguardia que se está abriendo paso en el mundo estético. Al escuchar la palabra "Bótox" automáticamente lo asociamos con operaciones o cirugías plásticas, pero actualmente, este también es utilizado para fines clínicos.
Bruxismo y migraña
El bruxismo, mejor conocido como "rechinamiento" de dientes, es un hábito inconsciente que puede provocar molestias en diferentes partes de la cabeza, dolor de mandíbula, molestias en los dientes como desgaste o hasta fracturas.
Dile "adiós" a las migrañas con Bótox
El Bótox, como mencionamos anteriormente, se puede utilizar ahora como un tratamiento clínico que calma el bruxismo y migrañas con unas cuantas aplicaciones. El Bótox se inyecta en los músculos de la mandíbula y maseteros para evitar que estos se muevan involuntariamente y provoquen dolor en el paciente. Antes que se utilizara este método, el bruxismo era tratado con unos "guardas oclusales", una especie de retenedores, que se colocaban en la boca del paciente durante la noche, en la mayoría de casos, el nivel de bruxismo se reducía pero no se eliminaba por completo, además, era un método muy incómodo, tanto que el paciente, dejaba el tratamiento semanas después.
Las inyecciones de bótox, se hacen cada 3 meses, el paciente comienza a notar mejora después de 2 sesiones, porque se reducen notablemente, todos los malestares causados por el bruxismo. Lo que hace el Bótox, es retener o inmovilizar el músculo para evitar las contracciones dolorosas.
El paciente que se somete a este tratamiento, podrá ver resultados rápidamente y nunca más tendrá que molestias gracias al bruxismo.